Quién fundó a los yihadistas: los Bush, los Clinton u Obama?: Operación Ciclón de la CIA

La Jornada; Bajo la Lupa 17.08.16

Donald Trump, salve candidato republicano a lapresdencia estadunidense, emite un discurso en la Universidad del Sagrado Corazón, en Fairfield, Connecticut*Foto Ap

La perturbadora imputación de Donald Trump de que Obama es el fundador de los yihadistas de Isis/Daesh ha causado tremendo revuelo tanto en Estados Unidos (EU) como en el resto del mundo (http://goo.gl/7yFf7p).

Ya Trump había acusado sin rubor a Obama y a su entonces secretaria de Estado, Hillary, de estar detrás de la proliferación yihadista (http://goo.gl/ggJvEn).

El mismo presidente ruso, Vlady Putin, había indiciado a EU de encontrarse detrás del irredentismo yihadista (http://goo.gl/I1kn6D).

Debido a la conmoción, el mismo Trump se desdijo para comentar que sus declaraciones eran producto del sarcasmo, para volver a la carga un día después y reiterar sus graves cuan temerarias imputaciones que sus seguidores, que conforman un mínimo de 40 por ciento del electorado, creen a pie juntillas (http://goo.gl/DgmSLv).

Pero, ¿quién realmente fundó a los yihadistas?

La clave primigenia se encuentra en la Operación Ciclón de la CIA, cuando el 3 de julio de 1979 el presidente Carter autorizó en forma secreta 500 millones de dólares para crear, a instancias de Zbigniew Brzezinski, su asesor de Seguridad Nacional, un movimiento de guerrilleros islámicos en Afganistán/Pakistán con el fin de desestabilizar y empantanar a la URSS.

La CIA fue encargada de la Operación Ciclón, que financió y armó a los guerrilleros de la Yihad, los legendarios mujahidines de 1979: antecesores de sus hijos y nietos yihadistas hasta 2016 (http://goo.gl/g7nggB).

Brzezinski confesó a la revista francesa Le Nouvel Observateur que el objetivo de Operación Ciclón era “inducir a una intervención militar soviética (http://goo.gl/6gtg0l)”: el día que los soviéticos oficialmente cruzaron la frontera [de Afganistán] le escribí al presidente Carter: ahora tenemos la oportunidad de propinarle a la URSS su guerra de Vietnam.

La URSS había intervenido para apoyar al régimen filomarxista de la República Democrática de Afganistán y, desde el vecino Pakistán, el general Muhammad Zia-ul-Haq coordinó, con la bendición de la CIA, a los mujahidines durante la década de los 80.

A propósito, Zia-ul-Haq, quien mandó ejecutar al premier Zulfikar Alí Bhutto después de haberlo depuesto en un golpe militar, murió en un extraño atentado aéreo y se llevó todos sus secretos al paraíso. ¿Para borrar rastros y rostros?

El financiamiento de Operación Ciclón por la CIA es considerado el más costoso y de mayor duración por EU: continuó 10 años después de su arranque durante la guerra civil en Afganistán de cuatro años entre las fuerzas de Mohamed Najibullah, de la República Democrática de Afganistán, y los mujahidines glorificados por el montaje hollywoodense del superhéroe Rambo.

Los célebres servicios de espionaje de Pakistán (ISI, por sus siglas en inglés) lubricaron la intermediación de fondos, armas y entrenamiento militar para los mujahidines, en los que contribuyeron el espionaje británico MI6 y los Servicios Aéreos Especiales de Gran Bretaña.

El espionaje paquistaní ISI entrenó a más de 100 mil (¡supersic!) mujahidines. Desde el ISI, servicio de espionaje de Pakistán, hasta los caleidoscópicos yihadistas de Isis transcurrieron dos generaciones de la transmogrificación cocinada por la CIA y su alquimia de monstruos.

Los soviéticos abandonaron Afganistán, donde sufrieron 14 mil muertos y más de 50 mil heridos, el 15 de febrero de 1989, lo cual desembocó en la caída del muro de Berlín y el colapso de la URSS.

Nolan Kraszkiewicz y David Edger, de la Universidad de Oklahoma, evalúan la Operación Ciclón (1979-89), que desempeñó en forma magnífica (¡supersic!) los objetivos de EU: drenar las finanzas y acabar con la URSS como superpotencia. Pero con una consecuencia inesperadaEU dejó el terreno y la infraestructura para sus nuevos enemigos, los talibanes, quienes dieron refugio seguro a Al Qaeda, lo cual desembocó en el 11-S (http://goo.gl/rjDJO2).

Ante la metástasis incoercible de los mujahidines, la entonces primera ministra de Pakistán, Benazir Bhutto, advirtió a Daddy Bush: están creando un Frankenstein y que, según Evan Thomas, de la revista Newsweek, era “la ruta al 11 de septiembre (http://goo.gl/qOx8Rd)”, la cual, por cierto, había previsto tres años antes nada menos que el entonces superespía Vladimir Putin (https://goo.gl/hZXXV1).

Juan Cole, uno de los máximos arabistas de EU, contesta los alegatos de Trump: No, Obama no fundó Isis, señor Trump: fue el Partido Republicano, ya que el Republicano George W. Bush creó Daesh/Isis.

Cole remata: “Abu Musa al-Zarqawi, operador de Al-Qaeda en Irak durante la segunda guerra del Golfo, fundó Isis de los escombros de su organización mucho antes de que Obama fuera presidente (http://goo.gl/sCQbwm)”.

Cole está más atento a defender a Obama que a investigar e ir hasta las raíces del yihadismo desde la Operación Ciclón de la CIA eterna.

Obama no fundó a los yihadistas de Isis/Daesh –genuina transmogrificación y gratificación de la dupla Carter/Brzezinski–, pero los dejó renacer y proliferar en forma deliberada, en coordinación con Hillary Clinton, su anterior y polémica secretaria de Estado, desde los rescoldos de sus abuelos y padres genealógicos: los mujahidines del binomio Afganistán/Pakistán de hace 37 años.

Carter, Reagan, los dos Bush ( Daddy y Baby), los dos Clinton (Bill y Hillary) y Obama, productos del bipartidismo imperante en EU (partidos Demócrata y Republicano) por igual, mantuvieron a conveniencia la llama votiva del terrorismo islámico: desde los mujahidines hasta sus hijos y nietos yihadistas, debido a propósitos geoestratégicos de EU, con el fin de socavar las entrañas musulmanas de las tres superpotencias euroasiáticas: ayer la URSS, hoy Rusia, al unísono de los dos rivales geoeconómicos de Washington: China e India.

Treinta y siete años después de la eclosión de los mujahidines, The New York Timesadmite que “la CIA apoya a los rebeldes sirios en la guerra de encargo de EU (http://goo.gl/m2to2l)”: ¡hijos y nietos yihadistas posmodernos!

Lo destacable es que Obama se jacta de que los yihadistas “serán derrotados inevitablemente, pero conservarán sus redes (https://goo.gl/Mto0o4)”.

¿No se pueden, acaso, desmantelar las redes yihadistas?

¿Significa que EU mantendrá la incubación del terrorismo islámico por tiempo indefinido como espada de Damocles contra las entrañas mahometanas del RIC (Rusia, India y China) conforme convenga a sus intereses geoestratégicos en Eurasia?

El inexorable tiempo concedió la razón histórica a la ex premier Benazir Bhutto, también asesinada e hija del ejecutado primer Zulfikar Alí, sobre el Frankensteinque creó la CIA.

Tal Frankenstein epitomiza un programa estructurado desde Carter en 1979 mediante la Operación Ciclón, pasando secuencialmente por Reagan/los Clinton/los Bush, hasta ahora con Obama después de 37 años y que no ha variado en su esencia geoestratégica: descarrilar a Rusia –incluyendo las entrañas islámicas de China e India, dependiendo de cómo se comporten frente a los intereses geoeconómicos y geofinancieros de EU– con los yihadistas de Isis, como ayer lo hicieron sus abuelos y padres mujahidines de ISI con la URSS.

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